“Esto es una crisis que, a diferencia de otras, no está originada por un tema estructural de la economía mundial. No es que de repente se desató un problema producto de políticas de mucho tiempo o de ilusiones coyunturales, como fueron la crisis de las hipotecas en su momento. Esto es la decisión de un presidente de iniciar una guerra comercial contra todos. Es difícil analizar el riesgo porque esto puede cambiar mañana; en una hora pueden decir que en realidad ganaron otra batalla y, sin cambiar nada, volver todo a foja cero. Todo esto crea más incertidumbre. Es la primera vez, desde que yo recuerdo, que hay una crisis global producto de una decisión así.”
“Ellos están pensando que, después de haber tirado esta bomba atómica, los países se iban a poner a negociar. Estas políticas que se generan no son buenas, entonces aunque les salga bien, les termina saliendo mal. Para mí, y para muchos colegas, hay un consenso bastante generalizado de que son políticas que no van a ayudar ni a Estados Unidos ni a nadie. Lo que la administración Trump dice es que hay que bancarse esto para volver a ser los más grandes productores e industrialistas del mundo. No sé si llegará eso. ¿Es algo deseable para Estados Unidos? Porque, ¿qué van a hacer? ¿En vez de producir iPhones van a producir camisetas? ¿Eso tiene algún beneficio?”
“Donald Trump viene hablando de esto hace mucho tiempo, entonces no tendría que ser ninguna sorpresa. Pero por otro lado, la gente decía que no lo iba a hacer y por eso terminan pasando estas cosas. Lo anunció, pero era tan demencial que la gente no lo creía.”
“Es difícil que alguien esté pensando en invertir. ¿Por qué querría invertir si no sabe lo que va a terminar pasando? Yo creo que el mercado es algo que a Donald Trump le juega muy en contra. En Estados Unidos, el 60% de las personas está, de alguna manera, conectada con activos financieros, entonces hay una situación donde la gente empieza a perder plata y se empieza a angustiar. Y eso es algo que juega en contra en el momento de negociación, porque aquellos a los que les declaraste una guerra nuclear, prácticamente, saben que vos tenés esa debilidad. Y los chinos son muy inteligentes. Para mí, en esta guerra, Estados Unidos es más vulnerable que China, porque tiene menos tolerancia.”
“Hay una cantidad de factores que están haciendo que los mercados estén muy inestables.”
“El acuerdo con el FMI, si te da aire, es bueno. Siempre es mejor tenerlo que no tenerlo, pero no es suficiente en un momento de crisis como el que hay ahora, porque Argentina va a necesitar volver a los mercados voluntarios de crédito y necesita confianza para atraer inversiones. Y eso no solo depende de lo que haga el gobierno nacional, sino de un contexto que hoy no es bueno. Por eso muchos analistas, con los que coincido, decíamos antes de las elecciones de Estados Unidos: ‘ojo, porque Trump puede ser muy amigo del gobierno, pero la realidad es que si hay una guerra comercial y hay turbulencia, Argentina no lo va a pasar bien’.”
“Es un momento complicado, porque hoy es difícil sentarse en un comité de riesgo para decidir una inversión, ya sea en Vaca Muerta, en un bono o en una acción. Hay que convencer a los inversores de que es un buen momento para invertir, cuando está pasando todo esto. Y probablemente te pidan que los llames en seis meses. Seis meses para algunos países no es nada, pero para nosotros es la vida. Los economistas argentinos no entienden que las políticas pueden ser buenas o malas, pero que una política tiene que contemplar el tiempo que vos tenés para ejecutarla. Cuando se está en una posición de debilidad fuerte, buscando inversiones, este tipo de escenarios no es bueno.”