“Tenía una muy buena relación con Don Julio. Tengo una tristeza muy grande. Fue un revolucionario del fútbol. El poder tiene muchas aristas, y nosotros los dirigentes sabemos que todos tienen virtudes y defectos, pero de él me llevo los mejores recuerdos. Nosotros fuimos parte de darle toda la posibilidad a Macri de que se integrara al mundo Boca. Con Julio tenía sus diferencias, pero Pompillo era el que mediaba entre los dos. Estas cosas son producto de la mala sangre, que todo dirigente se lleva del fútbol”.
“Creo que Don Julio fue un antes y un después en el fútbol argentino. No tengo dudas de que fue el mejor dirigente de la historia de nuestro fútbol. Mi cabeza está puesta en Boca, para el año que viene si dios quiere. Me animo a ser presidente de la AFA. Tengo la madurez suficiente, tanto para Boca como para AFA. Es muy difícil sentarse en ese sillón y reemplazar a Grondona. Lo mejor para el futbol es que se haga una AFA nueva, que se unifiquen criterios y se saque lo mejor para todos. Nunca tuve de acuerdo en la perpetuidad en nada, hay que darle la oportunidad a la gente joven. Quiero una AFA de dirigentes jóvenes”.