“Me cayó muy mal la muerte de Grondona, porque más allá de diferentes cuestiones, se fue un vecino del barrio. Nuestra familia tuvo lazos muy estrechos. El viernes pasado habíamos estado juntos: él los viernes se iba al campo y los que queríamos tomar un café, lo llamábamos y nos juntábamos en la estación de servicio”.
“Lo vi entero, nunca creí que iba a tener este desenlace. Estaba enojado: por el tema de las entradas, porque se nos había escapado un mundial tan cercano. Esas cosas lo tenían enojado. Era impensado que Julio estuviera en un asunto de reventa, pero era el número uno y el responsable de todos los dirigentes de AFA”.
“Ayer, en el velorio, no encontré hipócritas, era toda gente que tenía afecto por él. Vi y veré muchísima gente que él favoreció, dirigentes de clubes. Me pelee muchas veces con Grondona. Él era un hincha ferviente de Independiente y yo de Racing. No me consta que haya tenido intencionalidad. La madurez hizo que bajáramos los decibeles y hayamos terminado con una linda amistad”.
“Nunca tuve problemas con AFA en materia económica: siempre que pedimos, no tuvimos ningún obstáculo. El fútbol argentino está endeudado porque pasó a ser de la barrabrava y de los representantes. Menem quiso intervenir en AFA pero yo no era el interventor. Havelange saltó por él, y le dijo que Grondona no se tocaba. El fútbol argentino va a vivir una gran pelea por la recesión. La caja de AFA y llegar a Zurich es muy apetecible para cualquier dirigente. En todos los gobiernos se intenta meter la mano en AFA, pero Grondona era tan fuerte en FIFA que nadie se animaba a tocarlo. Siempre me habló muy bien de Alejandro Marón. No me extraña porque Lanús, en los últimos 20 años, ha tenido grandes dirigentes”.