Ocurrió ayer a la mañana, cuando se descubrió una puerta abierta y vimos que algunas rejas internas estaban rotas y nos faltaban materiales de grupos que ayudan en la peregrinación a Luján. Al principio te sorprende, te da bronca, pero cuando te pasan estas cosas te das cuenta de que estás trabajando bien.
No me engancho con esto, nos da más fuerza para seguir construyendo. No hay que quedarse en el hecho, sino ir a la raíz de por qué suceden estos hechos. Hay que ver qué futuro tienen estos chicos, hay que darle opciones ya que no hay gran variedad.