“Parece que le vino bien a la presidente enfrentarse a los Fondos Buitre. No fue una situación elaborada por este gobierno, si no que se presentó. En general, cuando este gobierno piensa que tiene una posición justa, se enfrenta al antagonista”.
“No sólo la beneficia, si no cuando pasan estas cosas no pasan de un día para el otro. Nos acostamos una noche con una imagen baja y cuando nos despertamos no sabemos qué pasó y creció”.
“La gente lo primero que vio es que no fue como el default del 2001. En la medida que los días pasaron y la gente empieza a ver que en ese momento Argentina depositó lo que correspondía, entonces empieza a ser un default medio atípico. Algunos lo llaman default selectivo, ahora algunas calificadoras lo están llamando evento crediticio”.
“Hay unos bonistas que ganaron un juicio y una Argentina que desde el primer día al último tuvo la misma posición. No negoció ni dio un paso atrás ni uno adelante. Argentina defendió su posición”.
“Esta posición coherente hizo que la gente empiece a percibir que el Gobierno estaba actuando bien, defendiendo los intereses personales”.
“Es la mejor imagen de Cristina, parecida a la imagen de hace un año atrás. Lo peor fue en el verano”.
“Pesa por el lado que hay una sospecha de corrupción, eso es innegable. En este momento, dejo de estar en primera planta. De pronto Boudou tiene una imagen muy baja y el ministro de economía, Axel Kicillof, de sex simbol. En un momento donde la gente está más preocupada por otras cosas que por la corrupción, esto lo protege entre comillas a este tema porque no es la corrupción el tema de referencia del momento”.