Uno desde afuera ve un Boca con muchos altibajos, con más bajos que altos. No encuentra un sistema de juego. Normalmente con Bianchi Boca lo ha tenido. Jugar contra Boca era muy difícil y hoy se ve que todos los equipos se le animan.
Hablar de actitud es un tema muy delicado. Esa es la característica de cada jugador. A Gago o Sanchez Miño no le vas a pedir lo mismo que a Serna o Cascini. Uno puede suplantar muchas cosas pero hoy por hoy no están siguiendo esa línea.
Los jugadores de fútbol han cambiado. No es culpa del técnico lo que pasa, los jugadores tampoco saben entender lo que les dice Carlos. En algún momento, el técnico te va a decir algo que molesta para que el jugador reaccione. Hay que buscar el concepto que manda el entrenador y no enojarse.
Primero hay que ocuparse y dar todo en el club que uno está y después fijarse si hay oportunidad de ir a Europa. En Boca no juega cualquiera y los jugadores que se van después extrañan jugar ahí porque es un paraíso.
Cuando estuvo la posibilidad de que Román no jugara más, ¿para qué lo llamaron para que vuelva? Es un jugador de los pocos que resaltan en el fútbol argentino. Si hoy no estuviera Riquelme en Boca, ¿quién tendría la culpa? Román va a volver cuando esté en condiciones de volver.