A estas alturas muchos llevan ya un cóctel de empresa, una comida de departamento y una cena de amigos. Y eso que las Navidades no han empezado todavía. Por delante tenemos dos semanas de intensa vida social y mucha comida. No engordar parece una misión imposible, y para muchos lo es. Según los expertos, los españoles ganamos entre 2 y 4 kilos durante estas fiestas.
Sin embargo, no deberíamos asumirlo como norma ni resignarnos a empezar una dieta el día 7 de enero. Así nos lo asegura Giuseppe Russolillo, presidente de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN). Basta tener en cuenta 8 puntos claves para que el fin de fiesta no nos lleve irremediablemente a sufrir sobre la báscula al ver esos kilos de más.
Si tú también quieres evitar este desenlace, estos son los consejos que deberías tener en cuenta.
No privarse en los días señalados. "La Nochebuena, la comida de Navidad, la cena de Fin de Año, la comida de Año Nuevo y la de Reyes. Si no hay ninguna patología queda totalmente prohibido hacer dieta", asegura Giuseppe Russolillo. Esos días hay que disfrutar de los manjares que históricamente se han cocinado en la gastronomía de nuestra familia, aunque siempre con moderación. Incluso la gente que sigue una dieta (de adelgazamiento) no debería hacerla en las fechas señaladas; "Hay una parte psicológica que hay que cuidar y no puede ser que el día de Nochebuena cenes un filete a la plancha".
No al ayuno. "Es contraproducente compensar la comida de Navidad con no cenar ese día o directamente ayunar al día siguiente o solo tomar líquidos". Siempre es necesario ingerir alimentos ya que el ayuno podría tener un efecto rebote y provocar la alteración de los procesos energéticos y hormonales. Si se quiere compensar estas comidas, lo recomendables es ingerir menos calorías el resto del día aunque nunca eliminar los alimentos sólidos: "En Nochebuena podemos comer una ensalada y dos piezas de futa y en Navidad, cenar dos yogures y una manzana". Además, debes tener en cuenta que si no comes el 24 por la noche arrasarás en la cena. Es mejor llegar con apetito moderado.
Rutina el resto de la semana. Los días señalados están para disfrutar de la comida y el resto de días para recuperar la rutina. Entre evento y evento, lo aconsejable es "comer lo que habitualmente comemos entre semana". Así no ingeriremos más calorías de lo normal.
Prohibidas las sobras. Son el mayor enemigo de la báscula durante las fiestas. Giuseppe Russolillo solo encuentra dos finales posibles para estos alimentos: “Que los coman los pequeños de la casa o congelarlos y organizar con ellos una comida para toda la familia a finales de mes”. No seguir estos consejos nos llevaría a comer menú de fiesta (mucho más calórico) durante todas las vacaciones. Además las sobras navideñas son tentadoras entre comida y comida.
Guardar los dulces en lugar cerrado. No están prohibidos pero hay que pensar que son el postre de las fiestas, por eso "solo debemos sacarlos en los días señalados o si tenemos una visita". El resto de la semana turrones, mazapanes y polvorones deben estar bajo llave. Si los tenemos a la vista es fácil caer en la tentación de picar en cualquier momento.
Fruta, verdura y productos integrales. “Es altamente recomendable incrementar su consumo durante estas fechas e incluso incorporarlo en las cenas y comidas de fiesta”. Las verduras apenas aportan calorías mientras que a su vez producen sensación de saciedad durante y después de las comidas. Además, al ser ricos en fibra vegetal se absorben más lentamente por lo que el hambre tarda en aparecer.
Beber mucha agua. Porque si bebes agua habrá otros líquidos calóricos que dejes de tomar. Estos serían refrescos azucarados o bien bebidas alcohólicas como vino y cerveza. Además el agua aporta sensación de plenitud y contribuye a tener menos hambre. Para ello es recomendable beber dos vasos justo antes de empezar una comida principal.
Caminar. Si haces deporte normalmente, lo más probable es que no lo dejes en fiestas. Pero si tu vida es más sedentaria deberías dejar esta rutina a un lado al menos durante estas dos semanas. Lo mejor es salir a caminar todos los días al menos durante 35 minutos. Por muy increíble que pueda parecer, andando a una velocidad próxima a los 7,5 kilómetros por hora se quema más calorías que corriendo a 10 kilómetros por hora. La razón es que al caminar se involucran más músculos.