“Se esperaba más a un cardenal devenido Papa, pero no a un Papa tan conmocionante. Francisco ha establecido una química muy especial con la feligresía. Una empatía con el grueso de la ciudadanía. Acá predomina una religiosidad muy emocional. Se espera mucho la misa de hoy y el cierre del domingo, que las predicciones se estiman en un millón de fieles. Algunas medidas de seguridad fueron anunciadas a cuentagotas. Hoy participará de un encuentro con jóvenes drogadependientes y se dirigirá en un vehículo cerrado, por ejemplo.”