“El Gobierno vuelve a cumplir con lo que anuncia. La lógica que le veo a esto es que el tipo de cambio oficial está siendo el ancla que ayuda a la desinflación en Argentina. Si observamos los últimos cuatro meses dentro del índice de precios al consumidor, la parte de bienes ha crecido al 2%. El riesgo y la crítica que surgieron fue el atraso cambiario, lo cual está encareciendo a Argentina en dólares y complicando la competitividad”

“Hay que tener cuidado cuando se habla de atraso cambiario. Si realmente existiera, lo primero que veríamos sería una brecha cambiaria. Hoy, no parece ser el caso. Actualmente, la brecha es del 15%, lo cual no es tan alta como la que tuvimos en el pasado.”

“El Banco Central vino comprando reservas de manera sólida, acumulando más de mil millones de dólares en enero. Sigue la lógica de que los pesos emitidos para comprar reservas se esterilicen mediante la venta de bonos en los mercados financieros. Si el Banco Central está comprando reservas, me cuesta pensar que realmente haya un atraso cambiario significativo.”

“En los últimos años, nos habíamos acostumbrado a que el tipo de cambio alto no escondía los problemas de competitividad. El tipo de cambio alto implica salarios en dólares bajos. Ahora, con la normalización, se desnudan los problemas de competitividad, lo que genera nuevos desafíos para Argentina

“Es necesario salir de las reformas para que los costos argentinos y los problemas de competitividad se empiecen a solucionar lo antes posible, y para lograr una estructura económica en Argentina compatible con salarios en dólares que, poco a poco, son un poco más altos”

“Una de las reformas esenciales es salir del cepo y normalizar el mercado cambiario. Si hoy en Argentina existiera un mercado cambiario libre, no estaríamos discutiendo si hay o no atraso cambiario, ya que el tipo de cambio sería el del mercado y listo. Pero, como todavía tenemos parte del cepo cambiario, surgen todas estas discusiones” 

“La última salida del cepo fue durante la gestión de Cambiemos, que salió con reservas negativas. El gobierno de Cristina Kirchner, en 2015, dejó reservas netas negativas. Si hay credibilidad, nadie te corre; esa es la apuesta que está haciendo el gobierno actual.”

“Las inversiones son un proceso gradual. Para las inversiones productivas, se necesita un poco más de credibilidad, mientras que para la inversión financiera es necesario lo mismo.”